Érase una vez una keka muy guapa que se pasa casi todos los días besando a sapos para ver si asi encontraba a su nuevo príncipe azul. Hasta que un día de paseo vio a un lindo y gigantesco sapo. Probó suerte con él. Y de ahí, de ese gran beso, los dos se dieron cuenta que estaban hechos el uno para el otro.
Así con esto, Crunia suma a su lista de pretendientes a otro más. EL SAPO.
jajaja Eme, buenisimo!!! Sigo sumando a la lista de sapos, tengo imán para ellos jajaja
ResponderEliminarBesotes